jueves, 10 de septiembre de 2015

Reflexión sobre los medios de comunicación de masas y la transformación del concepto de cultura



En la actualidad es un hecho demostrable a simple vista que todo el mundo se haya sujeto a los medios de comunicación, redes sociales, televisión, internet, prensa, etc. Debido sobre todo a su fácil accesibilidad. Pero, ¿es cultura lo que transmitimos a través de estos medios? ¿Nos podemos fiar de toda la información que nos llega?


El escritor, filósofo y experto en semiótica italiano, Umberto Eco presenta en 1964 una publicación en la que estudia la cultura popular y la comunicación; “Apocalittici e integrati”(Apocalípticos e integrados), que fue un bestseller de las ciencias sociales durante la segunda mitad del siglo XX. En el distingue dos grandes sectores de la sociedad según su manera de interpretar la influencia de los medios de  comunicación de masas (mass media).

Eco presenta a los apocalípticos como  aquellos individuos que opinan que la cultura de masas mata la originalidad creando un gusto mediocre; manipula a su público sin que éstos sean conscientes de ello, provocándoles emociones preconstruidas y degrada la cultura y el arte. Llegando a considerar incluso que la cultura de masas es la anticultura. (En palabras del propio Eco en su publicación)
El término apocalíptico procede de la semejanza de su pensamiento con el pasaje bíblico del apocalipsis, en el que la existencia llega a su fin.



  “La «cultura de masas» no es signo de una aberración transitoria y limitada, sino que llega a constituir el signo de una caída irrecuperable, ante la cual el hombre de cultura (último superviviente de la prehistoria, destinado a la extinción) no puede más que expresarse en términos de Apocalipsis” - Umberto Eco-


En oposición a los apocalípticos y para mostrar una opinión favorable a este tipo de cultura, creó también a los integrados, cuya postura defendía los medios de comunicación de masa en la sociedad, puesto que satisfacen las necesidades de entretenimiento, difunden obras culturales a bajo coste y permiten el acceso a la cultura a categorías sociales anteriormente excluidas. Que esta cultura surja de lo bajo o sea confeccionada desde arriba para consumidores indefensos, es un problema que el integrado no se plantea, como reza Umberto Eco en su publicación, cuya portada estaba ilustrada con el súper héroe de la compañía DC, “Superman” el cual representaba todo aquello que los integrados defendían, y de ésta manera, consiguió que su obra contara con mayor repercusión mediática al tratarse de un hecho novedoso en aquella época.







En la actualidad, los medios de comunicación de 
masas han sufrido un cambio radical debido a la aparición de las nuevas tecnologías, donde internet y las redes sociales han cobrado un mayor protagonismo, lo que ha dado lugar a la disminución drástica de las relaciones interpersonales, quedando reducidas en su mayoría a la interacción mediante la red.

En nuestros tiempos, no queda duda de que internet es uno de las creaciones que ha revolucionado el mundo, tanto a nivel social, como cultural y económico. Y a su vez ayuda al aumento de la aparición de plataformas de prensa on-line, así como de televisión, radio e incluso música. Pudiendo ser éstas de pago o gratuitas, brindando así la posibilidad de ser utilizadas a todo tipo de audiencia, tanto a nivel nacional como internacional.

Tomando como referencia la obra de Umberto Eco, las posturas de apocalípticos e integrados se mantendrían en la sociedad actual pero, con ciertos matices debido a los avances de la tecnología referidos al campo de los medios de comunicación.

Por lo que en la actualidad, los integrados serían aquellos individuos que obtienen la información de redes sociales y los distintos medios de comunicación populares hoy en día, y que además consideran dicha información fiable, es decir, como la verdadera cultura; llegando incluso a ser dependientes de estos medios de comunicación de masas, convirtiéndose prácticamente en esclavos de las redes sociales.


Por el contrario, los apocalípticos defienden que la cultura que se difunde en la red es presumiblemente falsa y está manipulada por los distintos medios de comunicación en función de sus intereses. Por lo que evitan todo tipo de contacto con dichos medios y desconfían de aquellos que los toman como fuentes fiables para ordenar su pensamiento, o simplemente como referencia.

Incluso el propio Eco acepta la imposibilidad de la existencia de apocalípticos e integrados puros. A pesar de que un llamado “apocalíptico puro” quiera defender su postura de una manera más radical, es muy improbable que esta figura exista, debido a que prácticamente la totalidad de nuestro entorno está relacionada de manera directa o indirecta con los medios de comunicación, con la red o con las nuevas tecnologías. Incluso en el ámbito laboral o en el académico. Ya que en el siglo pasado se trabajaba utilizando la información obtenida en bibliotecas y a través de libros de consulta; y actualmente se utiliza en su lugar plataformas de búsqueda y referencia online.

Por ello, hoy en día cabría la posibilidad de hablar de la figura de “apocalíptico integrado”, que sería aquella persona que defiende que existe la "anticultura" en las redes, puesto que no es un conocimiento fiable, y desconfía de ellas. Pero que a su vez utiliza los nuevos medios y tecnologías para desempeñar sus actividades laborales, como por ejemplo, el ordenador como medio para realizar una tarea de manera mucho más rápida y efectiva que a mano o el internet para conseguir enviar o recibir su propio trabajo mediante correos o redes privadas.

Entonces, partiendo de esta disputa que nos plantea Eco, ¿Qué sería el conocimiento verdadero?, y en definitiva, como el conocimiento forma parte de la cultura ¿Qué consideramos cultura?

Según Gilles Deleuze(París, 1925), la cultura está ligada a la palabra, e incluso el mismo detesta hablar de ella, y por lo tanto, detesta la cultura. Defiende su postura explicando que él no cree en la idea más común de cultura, sino en los encuentros con las cosas, notándose con esta afirmación la influencia spinoziana. Deleuze enumera tres males de la cultura actual: el periodista que escribe libros; la generalización de la idea de que cualquiera puede escribir porque su "asunto privado" vale la pena; y por último, que los clientes de los medios (incluido el libro) han cambiado: son los anunciantes, los distribuidores o fabricantes de best-sellers. Con esto, el autor realiza una crítica hacia la cultura, la que considera que se ha convertido en una mercancía o producto, en un mundo integrado en un mercado cultural guiado por un interés capitalista.

Entonces como concepto de cultura entendemos al conjunto que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también al ser parte de una sociedad como miembro de ésta.
La cultura se define también en las ciencias sociales como un conjunto de ideas, comportamientos, símbolos y prácticas sociales, aprendidos de generación en generación a través de la vida en sociedad. Sería el patrimonio social de la humanidad o, específicamente, una variante particular del patrimonio social.

El termino cultura adquiere un rasgo diferente dependiendo del ámbito en el que se utilice, ya que existe la cultura filosófica, clásica (Greco-Romana), política o social,… . La cultura es un concepto que está en constante evolución, porque con el tiempo se ve influenciada por nuevas formas de pensamiento inherentes en el desarrollo humano ya que en nuestra historia, el concepto de cultura ha tenido muchas variaciones originadas con el cambio en la conceptualización de qué es el hombre y cuál su esencia

Para concluir con la reflexión, podemos decir que la cultura en la sociedad actual está claramente diferenciada entre cultura clásica y cultura popular. La clásica viene referida a los conocimientos, creencias, hechos, obras artísticas y sociedades de tiempos anteriores como como de la época Greco-Romana o el siglo de Oro, mientras que la cultura popular es algo creado por un determinado pueblo, que tiene un papel activo en su creación, y es influenciada por las creencias de las personas en cuestión y se forma a través del contacto entre los individuos de ciertas regiones. Estando además la cultura popular en constante evolución, ya que los pueblos o sociedades nunca dejan de evolucionar debido actualmente a las diferentes modas o movimientos sociales, al contrario que la denominada cultura clásica, que al tomar como referencias sociedades antiguas, es imposible que pueda seguir evolucionando.


Bibliografía:

·         Citas de Apocalípticos e Integrados de los textos leídos en clase.

·         Video de Deleuze aportado por el profesor, para la realización de la actividad.